Publicado por Fundación para el Desarrollo de la Ciencia y la tecnología de Extremadura
19/07/2012
Vivimos en una sociedad que nos ha acostumbrado a recibir estímulos externos que nos inducen a realizar nuestras tareas u obligaciones. Los incentivos por número de ventas o las calificaciones numéricas en los exámenes son claros ejemplos de una forma de actuar basada en la recompensa, donde se premia, de una forma u otra, a quien realiza aquello que debe o quiere. Pero estos estímulos externos ¿fomentan la creatividad? ¿Pueden ayudarnos a ser más innovadores?
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